Las señales de Merla
Cumple el pintor regio 30 años de trayectoria
Por Andrea Menchaca (14-May-2010)
elnorte.com
Sabía que quería ser pintor, pero no sabía cuándo", expresa el artista regio Juan Carlos Merla, mientras recuerda su juventud.
Desde que tenía 15 años, el pintor nacido en 1951 descubrió que tenía habilidad para el dibujo y que a la gente le gustaba lo que hacía.
El descubrimiento de esta pasión adolescente fue el inicio de un camino que lo ha llevado a ser, actualmente, uno de los artistas reconocidos del arte regiomontano. Tres décadas de
trayectoria lo respaldan.
Por ello, la Pinacoteca de Nuevo León reconocerá su trabajo pictórico con la exposición retrospectiva "Antología. Juan Carlos Merla. Pinturas 1976-2010", que se inaugura el 26 de mayo.
Serán 50 pinturas abstractas, representativas de su producción de los últimos 34 años, las que se incluirán en la muestra.
"Es muy curioso porque este tránsito lo ves cuando ves una exposición, pero cuando estás trabajando no lo notas, siempre piensas que están pintando lo mismo", añade. "Es como una continuidad de ideas".
Una de las ideas que tuvieron Xavier Moyssén y él, quienes trabajaron la museografía, fue exhibir la única obra de 1976 a un lado de una del 2010. Merla dice que así se verá el tránsito de la técnica y la visión plástica.
"Aun así es muy curioso porque viene siendo lo mismo. Es lo mismo y no
es lo mismo", dice con una sonrisa el egresado del legendario Taller de Artes Plásticas de la UANL.
MUNDO ABSTRACTO
Si se piensa en la obra de Merla se piensa en abstracto, aunque ha llegado a pintar algunos retratos.
"Sí sé pintar", bromea, "es que mucha gente cree que los abstractos no saben pintar, pero desgraciadamente o desafortunadamente, sí sé".
Su inspiración, confiesa, muchas veces surge de lo que ve en las calles, esto se queda en su mente, sin necesidad de hacer bocetos.
"Me voy directo de la idea visual a la tela", añade.
Incluso, en sus cuadros ha notado huellas de sus inicios como dibujante publicitario, trabajo que tuvo de los 17 años a los 26 años.
"En muchas obras noto eso y digo 'aquí está con lo que empecé aprendiendo", admite el padre de un artista, Ismael, y dos diseñadores gráficos, Sergio y Juan Carlos.
Esa época en su vida fue uno de sus primeros pasos hacia el arte, luego seguirían sus estudios en artes plásticas y su decisión de ser artista de tiempo completo.
"Vendí mi mesa de dibujo, mis escuadras, todo lo regalé, vendí o tiré. Tenía que decidirme por una cosa o por otra, no podía estar a la mitad", cuenta Merla. "Decidí dedicarme a pintar en el momento más difícil: recién c sado".
Lo que más le incita es cuando lo invitan a exponer porque le gusta hacer obra nueva y no sacar de la bodega.
"Si me dicen: 'hay una exposición, necesitamos 20 cuadros', ¡pum! me los echo", señala. "Pinto rápido, es raro que me tarde en un cuadro meses, me tardaré 15 días a lo mucho".
En su producción sobresale una serie en la que son evidentes los señalamientos viales. Esta línea visual surgió cuando hace más de una década Moyssén lo incluyó en una expo de artistas de Nuevo León en Guadalajara.
"Cuando dijeron que eran pintores de Monterrey, dije 'una señal'", cuenta Merla.
Entonces creó un letrero de Monterrey, una parte de señal vial y carbón en la pintura. Así empezó esta serie, una de las más amplias que tiene.
Sin embargo, ésta es más bien una excepción, ya que no le gustan las series grandes.
"A mí me fastidia que muchos pintores, por tener éxito, sigan pintando lo mismo, lo mismo y lo mismo", apunta el artista. "No quiere decir que no sea bueno, sino que a veces satura la técnica o el tema".
Tranquilo, confiesa que en un principio le preocupaba su retrospectiva porque temía no tener suficiente obra.
"¡Resultó que me sobró el doble o el triple!", expresa, "lo que hicimos fue tratar de seleccionar las mejores piezas para presentar un panorama de mi pintura abstracta".
Sí, en el abstracto están sus líneas, marcas y señales. Y todas hablarán de Merla.